Leyes especiales y jubilaciones privilegiadas siguen siendo una carga constante sobre las finanzas públicas y la CSS
«Las leyes especiales y los regímenes de jubilaciones privilegiadas han sido una carga constante sobre las finanzas públicas y, en particular, sobre la CSS. El problema es que se permite que ciertos sectores se beneficien de pensiones mucho más altas con menos años de cotización, mientras la mayoría de los trabajadores enfrenta reglas mucho más estrictas», manifestó el economista Olmedo Estrada.
En medio de la creciente preocupación por el futuro de la Caja de Seguro Social (CSS), las autoridades de la entidad han reconocido públicamente que el programa de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM) «no es sostenible en el tiempo».
Estrada fue enfático al señalar que las autoridades no han abordado el impacto de estas jubilaciones en la sostenibilidad del sistema. «Las leyes especiales han sido una carga importante para las finanzas del Estado y, en particular, para la CSS. No podemos ignorar que mientras hay ciudadanos que deben cotizar durante más de 25 años para recibir una pensión modesta, hay otros sectores que gozan de beneficios privilegiados con menos años de aportes y montos muy superiores», afirmó Estrada.
El especialista destacó que las jubilaciones especiales, sumadas a los subsidios y otras cargas que enfrenta el Estado, han distorsionado el equilibrio del sistema de pensiones. «El problema de la CSS no solo es el envejecimiento de la población o la falta de cotizantes jóvenes, sino también la existencia de estos regímenes que no cuentan con un financiamiento sostenible. Si no se revisan estas estructuras, cualquier intento de reforma quedará incompleto», advirtió.
Según los últimos informes financieros de la CSS, el régimen de beneficio definido, que actualmente financia a los jubilados con los aportes de los trabajadores activos, está en una situación crítica. Las proyecciones indican que, si no se toman medidas urgentes, las reservas del fondo podrían agotarse en los próximos años, lo que obligaría al gobierno a destinar recursos adicionales para garantizar el pago de las pensiones.
Estrada insistió en que cualquier ajuste debe empezar por eliminar las distorsiones generadas por las jubilaciones especiales. «No es justo que se planteen sacrificios a la clase trabajadora mientras hay sectores que continúan recibiendo beneficios desproporcionados», subrayó.
A pesar de los llamados de atención de economistas y analistas, el tema de las jubilaciones especiales sigue siendo un asunto tabú. Algunos sectores consideran que existe una falta de voluntad política para abordar el problema, ya que muchos de los beneficiados con estos regímenes pertenecen a grupos con influencia dentro del gobierno y la administración pública.
«La CSS necesita una reforma integral, pero eso implica tomar decisiones difíciles. Mientras no se toque el tema de las jubilaciones especiales, cualquier reforma será insuficiente y solo se postergará el colapso del sistema», concluyó Estrada.