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Lista de aspirantes a magistrados entre oscurantismo y favoritismo

Edmundo  Dante Dolphy / La Verdad Panamá

La fecha para  la  escogencia de los  magistrados  que ocuparán  un despacho  en el  edificio  Gil Ponce de  Ancón se acerca,  aunque con grandes  nubarrones  por las supuestas  irregularidades en la lista  elaborada por   la  comisión de selección del  Pacto de  Estado  por la  Justicia que le fue entregada al presidente  Laurentino Cortizo.

Fuentes provenientes de la  referida  comisión  señalaron a  La  Verdad su malestar  por   el método escogido, carente   de rigor científico y más  apegado  a criterios  subjetivos de  contactos,  amiguismo y recomendaciones, que dejaron  por fuera  a  destacados  profesionales  del  derecho tanto en trayectoria  como  en academia.

Este  medio  conoció que  el 70%  de los candidatos no tenía  la certificación  que  expide la  Corte  Suprema de  Justicia y tampoco  se recibieron  las quejas o denuncias   en contra de  varios de los postulados.

Las  reacciones  a  esta  situación  que deja  en  entredicho   la transparencia  de un proceso particularmente importante  para la administración de justicia fueron certeras.

Se requieren méritos académicos

Para el ex  vicepresidente del Colegio  Nacional de  Abogados Alfonso Fraguela, los  magistrados deben tener  la trayectoria profesional  y académica, esto  sin olvidar los requisitos constitucionales  para optar  por ese  alto cargo. Deben llegar  con  todos los  méritos  académicos y no llegar a  educarse  a la Corte.

 “Si los  criterios  fueron apoyos a campaña, al poder  político, relaciones de  negocios, entonces  el presidente Cortizo será calificado igual que aquellos  que han empleado los requisitos de  afinidad  antes descritos para elegir a los regentes  del poder  judicial  y su credibilidad se desvanecerá  iniciando su gobierno”, afirmó.

Fraguela  expresó  igualmente  no compartir  el listado  reducido  de 33 personas, lo  cual riñe  con lo  establecido  en la convocatoria  del  Presidente  Cortizo en el que se  debía cumplir  con tres  pasos, a saber: 1. Que el  Pacto recibiera las hojas de vida de los  aspirantes a  magistrados para cada sala de la corte que se  encuentra  vacante 2. Que se  realizaran las entrevistas a los  aspirantes  que exteriorizaron su deseo de ocupar  esos cargos y 3. Remitir  al Ejecutivo  la lista de los  aspirantes a magistrados  en orden alfabético. No se  permitía  hacer valoraciones que pudieran distinguir a uno u otro  candidato.

“ Me  sorprende que el Colegio Nacional de  Abogados  haya guardado  un silencio cómplice frente a  esta afrenta gremial”, sentenció  Alfonso  Fraguela.

No hay imparcialidad, se debe cambiar el método

Por su parte, la penalista  Nora  de  Sánchez, expresó que  mientras  se antepongan los intereses  personales no habrá imparcialidad, por lo tanto,  se debe  cambiar el método.

La escogencia de los  magistrados  debe centrarse  en  profesionales sabios, que manejen a profundidad la   ciencia del Derecho. No porque han litigado o ganado casos  o porque son amigos del poder. Es  importante que hayan  escrito libros  y que los mismos sean objeto de estudio  en las facultades de Derecho, apuntó  Nora  de  Sánchez.

En Panamá  tenemos  muchos profesionales capaces, que podrían  resolver los  casos  conforme a derecho y razonamientos  jurídicos; sin embargo, lo que sucede   es que nombran magistrados  en salas que ni siquiera  son de  su competencia, agregó. “ No vas a  mandar  a  un  cardiovascular  a el campo de  la ortopedia”, explicó a manera  de  ejemplo  la  jurista.

Para  Nora  de  Sánchez  un posible  método  de  escogencia o selección podría  ser mediante un tribunal  colegiado  con los  gremios  más  preponderantes  del  país,  con un sorteo  con   prerrequisitos exigidos; experiencia en la materia, que  sus hojas de vida se publiquen en los medios de  comunicación  social en el que los  diputados no tengan  nada  que  ver.

Prevalece la política del padrinazgo

El abogado  José Moncada  Luna tiene  su  opinión: “No es  por transparencia  que los nombran, es por  ser  amigos  del presidente. Olvidan   si han hecho  bien o mal  en el campo del  derecho, pero tienen el padrinazgo”.

La política  del  padrinazgo  y con las  más grandes  firmas es más  fácil  llegar  al taburete presidencial. Los contactos  pesan  más que la  jurisprudencia  que ha creado, sostiene  Moncada, quien considera  que el único  método  es  la  sanción  ciudadana si un presidente nomina  a un  candidato  que no  reúne los  requisitos.