México y Canadá podrían quedar temporalmente exentos de nuevas tarifas a los metales impuestas por EE.UU.
La amenaza de una guerra comercial no ha servido para frenar la idea de Donald Trump de imponer aranceles al acero y al aluminio que importa Estados Unidos, pero algún matiz sí que ha aparecido en las últimas horas.
Algunos países podrían verse exentos de las nuevas tarifas que Estados Unidos está planeando imponer a la importación de metales, anunció el miércoles gobierno estadounidense.
Primero fue la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders, quien dijo que podía haber excepciones para México y Canadá, por motivos de “seguridad nacional”, y que la posibilidad también estaba abierta para otras naciones.
Y luego el asesor en comercio internacional del presidente Donald Trump, Peter Navarro, confirmó la exclusión de metales mexicanos y canadienses, si bien dejando claro que la misma podría ser temporal.
“Va a haber una provisión que va a excluir a Canadá y México hasta que el asunto del TLCAN (el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, que EE.UU., México y Canadá están renegociando) se resuelva, de una forma u otra”, aseguró Navarro.
Pero, según el asesor, ambos países saben que el presidente estadounidense “no está jugando con eso”, por lo que si la renegociación del tratado de libre comercio con ambos países no se resuelve de manera satisfactoria para EE.UU. las tarifas se empezarían a aplicar.
Navarro también dijo que las tarifas empezarían a aplicarse “dentro de 15 a 30 días”.
Acero y aluminio
Trump anunció la semana pasada que EE.UU. empezará a gravar las importaciones de acero con una tarifa del 25% y los productos de aluminio con un 10% y se espera que el mandatario firme el plan este jueves.
Países como China y la Unión Europea, sin embargo, ya advirtieron que responderían a la medida, haciendo temer por una posible guerra comercial.
El ministro de Relaciones Exteriores chino, Wang Yi, dijo que China y EE.UU. debían tratar de ser socios en lugar de rivales, pero también amenazó con una “respuesta apropiada y necesaria” a las medidas anunciadas por Trump.
Mientras que la Unión Europea (UE) ya propuso una serie de posibles medidas en represalia, que incluyen gravámenes al bourbon y la mantequilla de maní.
El lunes el Secretario de Economía mexicano, Ildefonso Guajardo, había escrito en Twitter: “Es la manera equivocada de incentivar la creación de un #TLCAN moderno”.
“Nosotros vamos a contestar en el mismo nivel de represalias de esta acción”, dijo Guajardo en entrevista radiofónica.
“Tú tienes que mantener el nivel de contraataque o respuesta en el mismo canal (…), no necesariamente vas a contestar en acero, sino en un producto altamente sensible que tengan implicaciones políticas en muchos sectores”, precisó.
A pesar de la oposición internacional y también a nivel interno, Sanders dijo que el presidente de EEUU. Firmará las polémicas medidas a finales de la semana.
Pero también dijo que “hay posibles exclusiones para México y Canadá por asuntos de seguridad nacional, y posiblemente también para otros países”.
“Eso sería (decidido) caso por caso y país por país”, explicó la portavoz.
Las razones de Trump
Trump ha arremetido contra el déficit comercial de Estados Unidos, asegurando que otros países “se han estado aprovechando” de EE.UU. por décadas.
Y una de sus promesas de campaña fue levantar a la industria estadounidense del acero y la del aluminio, que en su opinión han sido tratadas “de forma lamentable” por otros países, particularmente por las importaciones baratas de China.
La semana pasada Trump desestimó las preocupaciones sobre una posible guerra comercial afirmando que “las guerras comerciales son buenas” y que EE.UU. las puede ganar fácilmente.
Trump, sin embargo, también ha dado a entender que las tarifas a los metales mexicanos y canadienses podían abandonarse si se firmaba un “nuevo y más justo” TLCAN.
México y Canadá son unos de los principales proveedores de acero de EE.UU.
¿Cuál ha sido la reacción?
Los planes estadounidenses han generado alarma a nivel mundial y afectado a los mercados financieros.
Sus críticos afirman que nuevas tarifas no ayudarían a proteger puestos de trabajo en EE.UU. al tiempo que provocarían un aumento de los precios para los consumidores.
La directora del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde, advirtió que “nadie gana” en las guerras comerciales y que estas afectan negativamente el crecimiento económico global.
E incluso miembros del gobernante Partido Republicano han expresado preocupación, con el presidente de la Casa de Representantes, Paul Ryan, pidiendo tarifas “más quirúrgicas y más enfocadas”.
Mientras que un importante asesor económico de la Casa Blanca, Gary Cohn, un férreo defensor del libre comercio, renunció a su puesto el martes en protesta por la medida.