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Ministerio de Ambiente aplicará sanciones y evalua cierre de termoeléctrica que provocó el apagón nacional

Javier Collins Agnew
La Verdad Panamá

El Ministerio de Ambiente ha iniciado una investigación detallada sobre la termoeléctrica de La Chorrera, luego de que un incendio interno en sus instalaciones provocara un apagón a nivel nacional el pasado sábado 15 de marzo.

Este incidente dejó a la mayoría del país sin electricidad, afectando no solo a las residencias, sino también a diversas instalaciones críticas, como las plantas potabilizadoras de agua.

El apagón comenzó a las 11:34 am y duró hasta las 6:00 a.m. del domingo 16 de marzo.

El ministro de Ambiente, Juan Carlos Navarro, explicó que tras el siniestro se realizó una inspección urgente a la termoeléctrica, que reveló una serie de irregularidades en el cumplimiento de las normativas ambientales.

Según Navarro, la planta no ha cumplido con los compromisos establecidos en 2017 para convertir sus operaciones a gas natural, una medida que debía reducir significativamente el impacto ambiental de sus emisiones.

Esta planta, que opera desde hace años en la región, ha sido objeto de múltiples quejas por parte de la comunidad local debido a la contaminación y los efectos negativos sobre la salud pública.

Navarro señaló que la termoeléctrica ya había sido inspeccionada el año anterior, cuando se detectaron varios incumplimientos en las normativas ambientales.

«El año pasado se abrió un expediente administrativo a la termoeléctrica por el incumplimiento de las normas, y recientemente, el sábado por la mañana, recibimos quejas de la comunidad a través de las redes sociales, lo que nos llevó a ordenar una nueva inspección», explicó el ministro.

La inspección se realizó durante la tarde del mismo día, pero la planta no permitió el acceso de los inspectores debido a la ausencia del personal directivo.

Además, Navarro indicó que, debido a los hallazgos y a la gravedad del incidente, se está evaluando la posibilidad de cerrar la planta de manera definitiva.

«Estamos revisando todos los contratos y expedientes de la planta y coordinando con la Secretaría de Energía y la Autoridad de los Servicios Públicos para tomar una decisión sobre su cierre», agregó.

El apagón nacional ha puesto de nuevo sobre la mesa las preocupaciones ambientales de los residentes de La Chorrera y sus alrededores, quienes han denunciado repetidamente los efectos nocivos de la termoeléctrica en la salud y el ambiente.

En particular, los vecinos han señalado que la planta ha contribuido a un aumento en la contaminación del aire y el agua, así como a la presencia de metales pesados en el organismo de personas que viven cerca de las instalaciones.

Según informes de los residentes, algunos estudios médicos han revelado la presencia de plomo en muestras de cabello de habitantes locales, lo que ha aumentado las preocupaciones sobre posibles deformaciones congénitas y otros efectos perjudiciales para la salud.

En este contexto, el Ministerio de Ambiente ha ordenado una revisión exhaustiva de todas las termoeléctricas en el país, con el fin de verificar su cumplimiento con las normativas ambientales y prevenir futuros incidentes de esta naturaleza.

De hecho, la inspección a la planta de La Chorrera es solo una de las muchas que se están llevando a cabo en el país, ya que existen al menos una docena de termoeléctricas operando en diferentes regiones del pais.

En respuesta a las preocupaciones de los residentes, el ministro de Salud, también se ha pronunciado sobre la situación, aunque señaló que aún no se han presentado denuncias formales sobre los daños a la salud relacionados con la termoeléctrica.

Sin embargo, el ministro aseguró que se realizarán estudios detallados para determinar si efectivamente existen riesgos para la salud de la población.

«Si no existen estudios previos, los realizaremos para evaluar la situación», indicó.

Por otro lado, algunos residentes han manifestado su frustración por la falta de respuesta de las autoridades y la empresa.

Aseguran que las denuncias sobre la contaminación y los riesgos para la salud se remontan a años atrás, incluso antes de que se construyera la termoeléctrica en la región.

«Las autoridades han ignorado nuestras quejas durante mucho tiempo. Ahora, con el apagón, parece que por fin nos están escuchando», comentó un portavoz de la comunidad de Río Congo, una de las áreas más afectadas por la planta.

La situación en La Chorrera no solo ha puesto en evidencia las deficiencias en la operación de la termoeléctrica, sino también la falta de control y supervisión por parte de las autoridades.

Por el momento, el Ministerio de Ambiente sigue investigando las causas del incendio que provocó el apagón y evaluando las acciones legales y administrativas que se tomarán en contra de la termoeléctrica.

Además, se espera que en los próximos días se tomen decisiones sobre el futuro de la planta y si se procederá con su cierre definitivo, como una medida para proteger el medio ambiente y la salud de los panameños.