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Mulino destaca crisis migratoria y desafío ambiental ante la ONU


Collins Agnew
La Verdad Panamá

El presidente José Raúl Mulino, en su discurso ante la Organización de Naciones Unidas (ONU), abordó con determinación los grandes retos que enfrenta el país y utilizó este foro mundial para exponer la crisis migratoria que afecta a Panamá, las consecuencias medioambientales derivadas del tránsito de migrantes ilegales por el Darién, y la falta de apoyo internacional para abordar este complejo problema humanitario.

Panamá: un socio estratégico global

Mulino inició su discurso resaltando el valor estratégico de Panamá, destacando el rol del Canal de Panamá como conector de 180 rutas marítimas que enlazan 1,920 puertos en 170 países.

“Somos un país de conexión al comercio mundial, pero no permitiremos ser utilizados para el tránsito de inmigrantes ilegales con los correspondientes costos sociales, humanos y ambientales que esto supone para nuestro territorio”, afirmó el mandatario.

En el centro de su alocución, el presidente panameño explicó claramente la situación migratoria en la región del Darién, una densa selva tropical que conecta Panamá con Colombia y que ha sido utilizada por cientos de miles de migrantes como punto de tránsito hacia Norteamérica, en busca del sueño americano.

“Hoy, genera un dolor inmenso ver el drama social que significa este camino improvisado, que es recorrido por mujeres, niños y personas mayores que inician una travesía inhumana a través de ríos, selvas y lugares inhóspitos”, lamentó Mulino.

El mandatario subrayó que este tránsito es liderado por organizaciones criminales que lucran con la desesperación de las personas, y recalcó que Panamá, por sí solo, no tiene los recursos para enfrentar esta crisis.

Mulino fue enfático al señalar la magnitud del problema, comparando el flujo migratorio a través del Darién con la población total de su país: “Por la frontera del Darién, en 2023, ingresaron más de medio millón de inmigrantes ilegales. Esto corresponde al 12% de la población total de Panamá”.

Mulino hizo un llamado directo a la comunidad internacional para que la migración ilegal a través de Panamá se convierta en una prioridad global.

“No son problemas aislados en el Darién o, por dar otro ejemplo, en el Mediterráneo. Es un complejo sistema del crimen organizado que lucra con la desdicha humana”, advirtió.

Además, instó a los líderes mundiales a que no ignoren el problema solo porque ocurre en una región remota, fuera del ojo público.

Devastación ambiental en el Darién

El presidente también abordó el impacto ambiental devastador que la migración ilegal ha causado en la región del Darién, una de las selvas neotropicales más grandes del mundo.

“Panamá paga hoy un alto costo ambiental producto de este flujo ilegal de personas, ocasionando un daño severo a nuestra biodiversidad”, señaló.

Mulino describió las toneladas de residuos, incluidos plásticos y baterías, dejados por los migrantes, y recordó que el Darién es un pulmón verde clave para la región, cuya conservación es crítica.

“No puedo evitar comparar esto con lo que sucedería si medio millón de personas cruzaran sin control por el Parque Nacional de Yellowstone o el bosque de Bavaria, en Alemania”, añadió Mulino, destacando la indiferencia global hacia los daños ambientales en su país.

En otro punto de su discurso, el presidente Mulino vinculó directamente la crisis migratoria que afecta a Panamá con la inestabilidad política de países como Venezuela. Concretamente, citó la “desbandada” de casi ocho millones de venezolanos como consecuencia de la “degradación del sistema institucional” en ese país.

Las injustas listas discriminatorias contra Panamá

El mandatario también aprovechó la ocasión para abordar un tema que ha sido una fuente constante de tensión para su gobierno: las listas discriminatorias que incluyen a Panamá como un paraíso fiscal.

Mulino calificó estas listas como injustas y paradójicas, dado el historial de Panamá en la lucha contra el terrorismo, el narcotráfico y la trata de personas. “Este Presidente ha tomado la firme decisión de no permitir que las empresas de los países que avalan y acompañan esas listas participen en licitaciones internacionales”, anunció de manera contundente.

Mulino también recordó que Panamá es uno de los pocos países en el mundo que es carbono-negativo, es decir, que elimina más dióxido de carbono del que emite, pero advirtió que este logro no ha traído ningún beneficio concreto a su país.

Cerrando su intervención, Mulino instó a los miembros de la ONU a trabajar conjuntamente para abordar estos problemas globales que afectan tanto a Panamá como al resto del hemisferio.

Reiteró la disposición de su país a seguir siendo un aliado estratégico para la paz y el progreso, pero dejó claro que Panamá no aceptará más señalamientos injustos que perjudiquen su capacidad económica y su imagen internacional.

Con su intervención, el presidente José Raúl Mulino dejó un mensaje claro: Panamá seguirá luchando por su soberanía, defenderá su biodiversidad y exigirá el respeto que se merece en el escenario internacional.

Finalmente, Mulino recordó con orgullo que Panamá será miembro no permanente del Consejo de Seguridad de la ONU a partir de enero de 2025, por sexta vez en su historia, lo que reafirma el compromiso del país con la paz y la seguridad global.