Expresiones

Nota editorial agosto (edición impresa)

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Una de las prioridades que debe asumir un Gobierno, es la de establecer políticas claras en la prestación del servicio de salud pública, como plataforma fundamental del desarrollo humano.

Este enfoque, parece no definirse tampoco en la actual administración, que no ha podido resolver problemas básicos de la salud pública en   el país; verbigracia, la crisis del Hospital Santo Tomás,   cuyos niveles de falta de insumos quirúrgicos y desabastecimiento de medicamentos, deja al desnudo una deficiente planificación y administración de los recursos, para atender las necesidades de salud de una población importante que depende de sus servicios.

Antes de entrar en   las complejidades de una integración del sistema   público de salud, que sea accesible y eficiente, es impostergable que las autoridades pertinentes resuelvan los temas   de falta de medicinas, insumos médico-quirúrgicos, la mora en las citas y equipos elementales que pueden significar la diferencia entre la vida y la muerte de cualquier ciudadano.

La mezquindad en el presupuesto destinado al sector salud, es la antítesis de un sistema que debe enfocar sus esfuerzos en mejorar las condiciones de vida de una población que tiene el derecho constitucional a la protección y conservación de su salud, física, mental y social.