Expresiones

NUESTRA RESPONSABILIDAD CIUDADANA

Por Isabel Atencio

Como muchos panameños y panameñas, participo a diario de los debates en torno a la diversidad de problemas que nos afectan, siendo la corrupción y la pobreza persistente, el centro de preocupación de la gran mayoría de los que debatimos y damos nuestra opinión y punto de vista.

Siempre cuestionamos al gobierno, que si bien tiene en sus manos la responsabilidad de administrar bien los escasos recursos, no es el único que debe actuar con miras a transformar esta sociedad y lograr el país que nos merecemos.

A todos nos gustan gobernantes honestos, pero con frecuencia actuamos como deshonestos, sólo hay que ver las estadísticas criminales donde el hurto y el robo constituyen los principales delitos que se cometen en el país. Igualmente, para ahorrarnos unos centavos, preferimos contratar servicios por fuera, aunque sabemos que quien nos ofrece los mismos, son empleados que están robando a la empresa para la cual trabajan. Si necesitamos formar una fila, nos colamos como una actitud normal. Y cuando ejercemos nuestro sagrado derecho al voto, seleccionamos a quien nos puede ayudar, no importa si es un ladrón reconocido y confeso, como son nuestros diputados y representantes de corregimiento. Prueba está en que la mayoría se reelige. Si a nuestro hijo, un político lo nombra en un puesto para el que no está preparado, lo celebramos, en vez de indicarle que este es un robo a los ingresos públicos.

A todos nos gusta una ciudad limpia, pero lanzamos basura por doquier. Incluso, usted pasa cerca de un tinaco y en vez de lanzar la basura al mismo, la lanza al piso.

Nos gustaría estar sanos, pero no tenemos hábitos de vida saludables. Tomamos y comemos en exceso y no nos ejercitamos ni hacemos nada a favor de una mejor salud.

Nos quejamos de los bajos salarios y el alto costo de la vida, pero nos gastamos dineros en los casinos, ropas de marca, lotería, cervezas, en vez de priorizar la comida, la vivienda y las medicinas entre otros bienes de primera necesidad.

La calidad de la educación la criticamos a diario, pero muchos vamos a la secundaria o la universidad por un título, no por conocimientos. Y otros ni siquiera van, aunque tenga la oportunidad y los recursos. Algunos creemos que tener un título basta y no nos hemos percatado de la necesidad de actualización permanente ante los constantes cambios que están ocurriendo.

Hay quienes no estudian ni trabajan, ni buscan trabajo (los NINIS) y desprecian las oportunidades que les da el Estado para superarse.

Cuando se nos invita a manifestarnos porque hay corrupción, dejamos eso para otros. Preferimos, las fiestas, mirar televisión, la vida fácil, criticar. Siempre terminamos diciendo “¿dónde están los estudiantes?, ¿qué hace el suntracs que no se manifiesta?. Es decir, jugamos siempre al juega vivo y esperamos que sea otro el que haga algo, para luego cosechar.

En conclusión, los invito a reflexionar sobre la realidad que he mencionado y muchas otras situaciones que no he anotado. Seamos consecuentes con lo que exigimos y contribuyamos a que este país sea mejor. Dejarlo en manos de los políticos, no es una buena idea. Asumamos responsabilidades y los obligaremos a ellos a actuar mejor, pero para ello se requiere una mayor participación ciudadana.

Un sólo político reelecto, significa que no estamos comprometidos con la decencia en el país.