El empresario Marcelo Odebrecht, cuya empresa fue la mayor contratista de Brasil durante los últimos años y está condenado a 19 años de prisión por corrupción, llegó a un acuerdo con los investigadores del caso Lava Jato para delatar a los funcionarios y políticos con los que negoció los pagos irregulares, lo que podría desatar nuevos escándalos en el gobierno y la oposición.

Más de 50 ejecutivos aceptaron informar sobre los negocios bajo el marco de la “delación premiada”, luego de ocho meses de negociaciones. Según fuentes de la cadena, las acusaciones alcanzan a líderes de todos los grandes partidos, tanto de la oposición como del gobierno. “En la caja de Odebrecht no había distinción partidaria o ideológica”, expresó un colaborador, que resaltó el pragmatismo de la compañía para lograr los contratos con la administración pública.

Las revelaciones le darían un nuevo impulso al caso Lava Jato, sobre el esquema de corrupción en la estatal Petrobras, aunque sus resultados podrían tardar varios meses en llegar. Según explicaron allegados al proceso, cada ejecutivo es interrogado como mínimo 10 veces.

Los datos que aporten los ex trabajadores de la empresa serán corroborados con la información hallada en los registros del Departamento de Operaciones Estructuradas de la firma, un área creada para facilitar los pagos a los funcionarios. Los investigadores lograron acceder a una parte de los registros, y todavía están intentando hallar un segundo sistema, que sería más exclusivo con documentos más reveladores.

En la fase preliminar de las negociaciones por el acuerdo, los ejecutivos citaron a nombres como el actual presidente, Michel Temer, y al ex mandatario Lula Da Silva. Además, mencionaron a más de 130 diputados, senadores y ministros, junto a unos 20 gobernadores y ex gobernadores.

La policía brasileña denunció al ex ministro de Hacienda Antonio Palocci, figura central de los gobiernos de Lula da Silva y Dilma Rousseff, por el delito de corrupción pasiva en la saga de desvíos de fondos públicos en Petrobras.

Según la acusación, Palocci pidió y coordinó la recepción de 128 millones de reales (unos 41 millones al cambio actual) en sobornos pagados por la constructora Odebrecht entre 2008 y 2013, según consta en planillas aprehendidas por los investigadores.

Además, las autoridades sospechan que Lula recibió 8 millones de reales (unos 2,5 millones) en sobornos de una de las empresas investigadas en los desvíos de la petrolera Petrobras, según la estatal Agencia Brasil.

Marcelo Odebrecht habría utilizado los sobrenombres de “amigo”, amigo de mi padre” y “amigo de EO” (Emilio Odebrecht, padre del empresario)” para referirse al ex  mandatario en documentos encontrados durante la investigación.