Panameños deben decidir en próximas elecciones permanencia o no en el Parlacen
Javier Collins Agnew
La Verdad Panamá
El soberano pueblo panameño debe decidir sobre la permanencia o el retiro del país en el Parlamento Centroamericano (Parlacen), ente regional que ha sido cuestionado y del cual se desconocen los beneficios que ha tenido la nación.
El abogado Moisés Bartlett Quiel presentó una solicitud ante el Tribunal Electoral, para que en las elecciones del próximo 5 de mayo de 2023, sea incluida una papeleta donde se le pregunte a los panameños si desean que Panamá siga formando parte de ese ente regional.
Bartlet Quiel desea que se incluya en los próximos comicios una quinta papeleta y que la decisión que se tome en las urnas sea vinculante, es decir acatada por el país de forma obligatoria.
En el documento el abogado justifica la consulta popular ya que desde sus primeros pasos el organismo ha sido blanco de fuertes críticas por su inoperancia, resultados cosméticos, sin eficacia y, por los episodios dramáticos de sus integrantes y de presidentes de los países integrantes.
Bartlet Quiel argumenta su solicitud, exponiendo varios casos y consultas que realizó internamente, respuestas que lo obligaron a concluir que el país debiese replantearse su participación en el organismo.
En el documento se le recuerda a los magistrados del Tribunal Electoral el caso del expresidente de Guatemala Alfonso Lopez Portillo (2000- 2004), que calificó al Parlacen de “inoperante”, fue despojado de inmunidad, removido como diputado, encarcelado y enjuiciado en Guatemala, luego extraditado a los Estados Unidos.
Otro ejemplo es Costa Rica, quien no es miembro del Parlacen, a pesar que en 1987 Oscar Arias Sánchez como presidente firmó el Tratado Constitutivo, pero al dia de hoy el Congreso del vecino país, no lo ha ratificado.
Bartlet Quiel recuerda que Nicaragua, vive una de las dictaduras más voraces de las últimas cuatro décadas de América Latina, exhibe ante la comunidad internacional, con descaro extremo, la violación de los más elementales Derechos Humanos y civiles de los ciudadanos.
Señala que en Nicaragua se persigue la Iglesia Católica, una directa y sistemática violación del derecho a la pluralidad, creencias y opiniones diversas y a la vida pacifica y vulnera la libertad de expresión y de información, es un estado totalitario, perseguidor y sanguinario, esto, con la complicidad de acción, omisión y silencio del Parlamento Centroamericano.
Bartlet Quiel destaca que son muchos los estudios y opiniones externadas por ciudadanos y organizaciones que por años vienen solicitando públicamente que Panamá, como país, evalúe su permanencia o no en el Parlacen.
La Cámara de Comercio Industrias y Agricultura de Panamá, en una evaluación coyuntural sobre el Parlacen, ha externado un sesudo pronunciamiento mediante comunicado a la nación, en el que plantea que la situación actual del organismo regional, “dista mucho del propósito por el cual Panamá se unió al Parlacen.
En el año 2009, el entonces ministro de Relaciones Exteriores de Panamá, entregó al canciller guatemalteco, Haroldo Rodas una nota “oficial mediante la cual la República de Panama inicia el proceso formal de su retiro al Parlamento Centroamericano, pero a la fecha poco o nada conoce el pais sobre la suerte de estas gestiones.
“Como pais, ni siquiera hemos podido cumplir con el articulo 2 del estatuto que rige la integración del Parlacen, requisito que mandata la elección mediante voto universal, directo y secreto de quienes integran el hemiciclo en nombre de Panamá”, sostiene el proponente de la consulta popular.
Explica el jurista que el Estatuto Constitutivo del Parlamento Centroamericano no contempla el mecanismo de retiro de cualquier Estado o Miembro, por lo que se debe recurrir a la Convención de Viena que regula la existencia de desarrollo y vigencia de los Tratados Internacionales y del cual Panamá es signataria.
“Decidir y tramitar nuestro retiro o denunciar razones de nuestra salida, tiene como fundamento múltiples razones que se pueden evidenciar y que son del conocimiento de la comunidad internacional”, señala.
Sostiene que se impone, sin duda alguna, consultar el pueblo panameño, al Soberano, único titular del derecho nacional, para que decida, si existen méritos históricos, propósitos comunes, finalidades y resultados tangibles y visibles que justifiquen la permanencia en el Parlacen.
“Una decisión de trascendencia como esta, se coloca por encima de cualquier voluntad politica o de gobernantes, impera introducir una papeleta en las próximas elecciones generales convocadas para el mes de mayo del 2024, para que sea el pueblo panameño quien defina esta situación costosa, ineficaz, cómplice de dictadura, de asesinato, de vulneración de Derechos Humanos, del libre pensamiento”, señala Bartlet Quiel.
Argumenta que casi en treinta años, el organismo no ha dado muestras de servir al propósito de la democracia, el desarrollo de sus integrantes y del bienestar de los ciudadanos asociados.