Polémica por reconocimiento del Departamento de Estado a Javier Caraballo como “Campeón Anticorrupción”
Javier Collins Agnew
La Verdad Panamá
El reciente reconocimiento otorgado por el Departamento de Estado de Estados Unidos al procurador general de la nación, Javier Caraballo como “campeón anticorrupción” ha generado opiniones divididas entre destacados abogados panameños.
El abogado David Villarreal fue contundente al cuestionar la idoneidad de dicho reconocimiento.
Según Villarreal, la trayectoria de Caraballo en el Ministerio Público no respalda el título otorgado, ya que no se evidencia una gestión destacada en la lucha contra la corrupción en Panamá.
El jurista sostiene que Caraballo ha llegado a sus puestos por renuncias de otros y no por méritos.
“Fue secretario de la Fiscalía de Drogas en Colón, luego fiscal de Drogas en Panamá tras la salida de Patricio Candanedo y Rosendo Miranda, y finalmente procurador por la renuncia de Eduardo Ulloa”, recordó.
A juicio de Villarreal, no hay acciones concretas que lo posicionen como un referente anticorrupción, señaló.
El abogado también cuestionó la lentitud y falta de seguimiento en las denuncias contra miembros del Partido Revolucionario Democrático (PRD).
“Las denuncias avanzan a paso de tortuga o simplemente no se atienden. Adormitar estas querellas es incumplir su deber constitucional”, afirmó.
Villarreal sugirió que el reconocimiento podría estar relacionado con la colaboración de Caraballo con agencias estadounidenses como la DEA, en lugar de su desempeño contra la corrupción.
“Los gringos se equivocaron al darle ese título”, concluyó.
Por su parte, el expresidente del Colegio Nacional de Abogados, Juan Carlos Araúz, ofreció una visión más matizada.
Araúz destacó las limitaciones estructurales del Ministerio Público, calificando la gestión de Caraballo como positiva dentro de estas restricciones.
“La labor del procurador siempre enfrenta críticas porque administrar conflictos implica que alguien no esté satisfecho“, dijo.
Explicó son los jueces quienes valoran realmente las investigaciones y que el reconocimiento del Departamento de Estado seguramente responde a los intereses de Estados Unidos en la lucha contra el crimen organizado, el narcotráfico y delitos transfronterizos, donde los resultados resguardaron sus intereses.
El jurista también subrayó los retos internos del Ministerio Público en comunicación y proactividad, pero consideró que el procurador ha demostrado compromiso y voluntad de trabajo.
“Caraballo culmina una carrera profesional de forma positiva, a pesar de las limitaciones”, concluyó Araúz.
El reconocimiento al procurador ha dejado abierta una discusión sobre su verdadero impacto en la lucha contra la corrupción y los intereses que podrían haber influido en su otorgamiento.