Política del garrote contra los contribuyentes
Edmundo Dante Dolphy / La Verdad
Los panameños no terminan de recuperarse de cinco años de traumas y atropellos por la gestión del ex alcalde José Blandón y ahora deben enfrentar como buenos guerreros la arremetida del nuevo burgomaestre del Partido Revolucionario Democrático (PRD), José Luis Fábrega con el decreto que impone multas de 500 a 2 mil dólares por estacionar vehículos en las aceras de la ciudad.
El ingeniero inicia su período con dos iniciativas polémicas; la primera el del supuesto rescate de las playas en la Bahía de Panamá por 120 millones de dólares y ahora el castigo a los contribuyentes del distrito capital que no cuentan con opciones reales para estacionar sus vehículos ante la crisis de espacios en este sentido.
Porqué antes de aplicar multas severas, desproporcionadas de acuerdo con algunos juristas y despiadadas si observamos el estado calamitoso de la economía nacional, no presentó alternativas razonables, verbigracia, edificios para estacionamientos con importes que le dieran tranquilidad a los conductores que día tras día son víctimas del estrés por no tener dónde aparcar y por el temor de que una grúa enganche un bien que le costó sacrificio obtenerlo?
Consulté con amigos que residen en algunas de las ciudades más caras del mundo. Veamos: En Los Angeles depende, si es en alguna señalización roja, oscila en los 60 dólares y en áreas verdes de las escuelas lo máximo es de 300 dólares. Si se estaciona los días que pasa el camión de la basura y usted no mueve su carro la ofensa es de 75 dólares. En la ciudad de Nueva York, está en los 115 dólares.
Dante, para que un policía te aplique una multa o boleta de 500 dólares en Estados Unidos tuviste que estrellarte en alguna esquina y tienes la opción de presentarte ante un juez y pelear esa multa, así comentó uno de los amigos.
Si en ese país que históricamente ha sido escogido como modelo de todos los gobiernos, con salarios supremamente más elevados que el devengado por los panameños, no castigan a sus contribuyentes con multas de 500 a dos mil dólares; acá sí tenemos que hacerlo porque las arcas del municipio del Distrito Capital quedaron vacías. No sea tan duro con los ciudadanos que le dieron el voto para coronar un aspiración de muchos años.
Recapacite, piense en el panameño que trabaja duro; claro que es totalmente incorrecto estacionarse en las aceras, pero tampoco es justo destruir la economía de la gente con sanciones astronómicas.
Y en lugar de gastarse 120 millones de dólares en unas playas que en su gran mayoría disfrutarán más los turistas que los nacionales, impulse proyectos de mercados periféricos, sitios culturales, construcción de estadios para el fomento del deporte pero, sobretodo estacionamientos.
Reflexione y no emule al emperador Augusto!