Proveedores afectados por el cierre de Minera Panamá claman por soluciones: 54 mil empleos perdidos y empresas al borde del cierre
Javier Collins Agnew
La Verdad Panamá
La crisis provocada por la suspensión de operaciones de Minera Panamá sigue generando estragos en la economía nacional.
Edgardo Díaz, propietario de la compañía MSP Main Services Panamá, es uno de los cientos de empresarios panameños afectados, y en entrevista exclusiva expresó su preocupación por la situación crítica que atraviesan proveedores y familias que dependían directamente de la actividad minera.
“Desde 2019 brindábamos el servicio de comida rápida y coffee shop para los colaboradores dentro de la mina. Por seis años, operamos con una concesión dentro de las instalaciones, atendiendo a alrededor de tres mil personas diarias en los campamentos”, relató Díaz.
La operación de su empresa se realizaba, ofreciendo un servicio complementario al sistema de alimentación que la minera brindaba a sus empleados.
Sin embargo, desde hace un mes, su empresa tuvo que cerrar sus puertas. “Mi negocio está suspendido porque ya no hay la cantidad de personas necesarias para sostener el servicio. La mina era mi único cliente. Estaba en proceso de expansión para llevar mi marca al resto del país y convertirla en una franquicia, pero esos sueños quedaron truncados por el cierre inesperado de la mina”, lamentó.
Díaz recordó que su empresa formaba parte de una red de más de 200 empresas panameñas proveedoras que generaban, en conjunto, aproximadamente 40 mil empleos directos. “Hoy en día, el 74% de estas empresas estamos enfrentando dificultades críticas y más del 40% están próximas a cerrar sus operaciones. Si sumamos los empleos directos de la mina y los indirectos de proveedores, estamos hablando de 54 mil plazas de trabajo que han desaparecido”, advirtió.
La magnitud de la crisis no solo afecta a empresas y trabajadores, sino a miles de familias que hoy enfrentan incertidumbre económica.
Díaz detalló que muchos proveedores, como él, tenían a la minera como su único cliente. “El impacto va mucho más allá de nosotros. La minería aportaba cerca del 5% del Producto Interno Bruto del país, y su cierre ya se siente en todo el país”, señaló.
Ante la gravedad del panorama, Díaz junto a otros proveedores, lograron ser recibidos el pasado 24 de febrero por el presidente de la República y su equipo de trabajo.
“El presidente tuvo la amabilidad de escucharnos a cada uno. Expusimos nuestras situaciones y, en resumen, el drama que enfrentamos todos los proveedores. Esto no solo es un problema empresarial: afecta a la economía nacional y la estabilidad de miles de hogares”, destacó.
El empresario también resaltó que, a pesar de las dificultades, los proveedores están buscando soluciones conjuntas. “Nos hemos unido para tener una postura constructiva y de apoyo, tanto al Gobierno como a la empresa Cobre Panamá. Queremos ser parte de la solución a esta crisis”, subrayó.
Finalmente, Edgardo Díaz hizo un llamado urgente al Gobierno Nacional y a la empresa minera: “Pedimos que ambas partes se sienten a dialogar cuanto antes, que escuchen la voz de quienes hemos sido aliados y generadores de empleo para el país. La economía panameña lo necesita, y cada día que pasa sin acuerdos agrava la situación. Necesitamos soluciones inmediatas”.
El impacto del cierre de la mina no solo ha dejado a miles sin ingresos, sino que amenaza con desestabilizar a pequeños y medianos empresarios que confiaron en este sector para crecer. La incertidumbre reina y, por ahora, cientos de familias ven cada día más lejano el retorno a la estabilidad económica.