Expresiones

Reflexión

reflexion

Arrancó  el año lectivo  2016 con  legítimas  esperanzas  de  miles de  estudiantes,  que procuran abrirse camino  en  un mundo  cada vez  más competitivo, en el que, como  a lo  largo de la historia de  la civilización, generalmente  sobreviven  los más grandes y poderosos.

Lamentablemente, ese  optimismo   que se  refleja  en los rostros de cada  estudiante panameño, no lo  palpamos  en el   órgano  regente de la  educación pública, el Ministerio  de  Educación.

Los vicios  del  pasado, la  falta de  organización y planificación que  se desnudan  en  la mayoría de los  planteles educativos, huérfanos  de mantenimiento, con estructuras  que  representan  un peligro  inminente  para  la  población estudiantil, persisten, sin que  emerjan  señales  de  que  esto algún día  vaya a cambiar.

Desarrollo  humano  sin  educación de  excelencia, no es más  que seguir  haciendo  camino  hacia la mediocridad, castigando toda una  generación,   que no podrá  aspirar  a grandes  retos,  porque  su  endeble formación académica  no se lo permite.

El gobierno  ha  promovido  con  propaganda  robusta, pero  con  contenido  deficiente,  una  educación de  excelencia  hasta  el momento imperceptible. “Panamá Bilingüe”, programa que aplaudimos, es  solo  un eslabón de  esa  inmensa  cadena de un proceso de enseñanza-aprendizaje que  languidece  en el rezago y que requiere  de un despertar agresivo, en el que intervengan  gobierno, docentes, estudiantes  y padres de  familia.

Una salida  a tanto retraso  que  golpea  el futuro  de miles de hogares  panameños, está  en el emprendimiento. Basta  de sumirnos  permanentemente  en el concepto  de estudiar, graduarme  y trabajar  para  una empresa. No, revisemos  fórmulas que  allanen  el camino para  alcanzar  el éxito  por sí  mismo, apartando  esa mentalidad de  empleado  o, cosméticamente hablando; colaborador.