Reflexión de la Tía Josefa
¿Cómo están amigos del alma? Yo les digo que no tengo mucha esperanza de que en este año la vaina mejore.
El Metro Bus huele a chatarra, los 58 palos mensuales que me prometió Juan, en el Cartucho Básico de alimentos nunca los vi, ni parece que los voy a ver, Girón me jodió por la falta de medicinas, mis sobrinos no aprendieron ni a decir “Good Morning”, en ese programa disque Panamá Bilingüe y los malandros tomando de congo a Omar.
Ya les dije a Dante, Dumas y a Eduardo que se dejen de esa vaina de darle base por bola a los que son amiguitos del periódico. Aquí en El Dato, el que no resbala cae!
Les digo eso porque si quieren seguir creciendo y expandiéndose como en este momento, que, de ser La Verdad de San Miguelito, se transformó en La Verdad en toda la capital y Panamá Oeste, no pueden perdonar a nadie, sea de oposición, gobierno, del centro, izquierda o de marte, rejo parejo para todos.
A propósito, felicito a estos tres paladines del periodismo por lo osado que son, porque con billete propio, se lanzaron a las profundas aguas de un océano repleto de tiburones, pero con la firme convicción de ayudar a construir un mejor Panamá. Métanle más la mano a la edición digital que cada día gusta más.
Me despido, no sin antes darles las gracias a todos mis lectores y sobre todo, a mis sapos que están al día. Ah! se me olvidaba esto: Los cargamentos de Lomotil serán inmensos porque lo que viene este año es diarrea pura…
Con mucho cariño,
Josefa