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Salvoconducto otorgado a Martinelli convulsiona a Panamá y genera ola de reacciones 

Javier Collins Agnew
La Verdad Panamá

La decisión del Gobierno de conceder el salvoconducto al expresidente Ricardo Martinelli ha sacudido el escenario político panameño, generando una ola de reacciones y dejando al país en vilo.

Mientras algunos ven la medida como un acto humanitario, otros la interpretan como un movimiento con profundas implicaciones políticas y jurídicas.

El analista político Luis Fuentes Montenegro calificó la situación como «imprevista» y difícil de medir en términos de sus efectos.

Según explicó, la decisión del Gobierno panameño es jurídicamente válida, pues se trata de un acto administrativo dentro de sus facultades legales.

“A partir de entonces, Ricardo Martinelli adquiere la condición legal de asilado político”, sostuvo.

Sin embargo, Fuentes Montenegro cuestionó el despliegue de un escuadrón Alfa de la Policía Nacional en las inmediaciones de la embajada de Nicaragua en Panamá, calificándolo de “innecesario y provocativo”.

“El asilado político puede salir fácilmente acompañado por las autoridades de la embajada y allegados que determinen», agregó.

También advirtió que esta situación podría representar un riesgo para el gobierno de José Raúl Mulino, que enfrenta un creciente rechazo social.

Algunos pueden solidarizarse con Martinelli al verlo victimizado”, indicó, recordando casos históricos de líderes exiliados que regresaron con mayor apoyo popular.

Por su parte, el diputado Ernesto Cedeño explicó que la calificación de persecución política o delito político es potestad del Estado asilante.

«Dar el asilo no quiere decir que estamos renunciando a nuestra soberanía», aclaró.

Cedeño señaló que, aunque en Panamá Martinelli no es considerado jurídicamente un perseguido político, Nicaragua tomó la decisión de concederle asilo conforme a la Convención Internacional.

Desde el entorno del expresidente, su vocero Luis Eduardo Camacho valoró positivamente la decisión del Gobierno.

“Básicamente busca que él pueda ser atendido adecuadamente y en condiciones correctas en términos de salud”, expresó.

Según Camacho, el reconocimiento del asilo y la posterior concesión del salvoconducto han sido evaluados con cautela, dado el impacto político y legal de la medida.

También enfatizó que el encierro de Martinelli en la embajada afectó su salud emocional y física, motivo por el cual considera acertada la decisión gubernamental.

El abogado constitucionalista Francisco Carreira destacó que la concesión del salvoconducto no implica un reconocimiento de que Martinelli sea un perseguido político, sino que el asilo es otorgado bajo condiciones humanitarias, un criterio que le corresponde determinar a Nicaragua.

En la misma línea, el abogado y diplomático Guillermo Cochez argumentó que la decisión del Gobierno responde a razones humanitarias más que políticas.

«No creo que sea un reconocimiento de que el expresidente sea un perseguido político. El gobierno lo ha hecho por razones humanitarias, para que pueda ser atendido mejor médicamente y para que su defensa pueda actuar sin tanta presión», afirmó.

El gobierno de Mulino, a través del Ministerio de Relaciones Exteriores, reconoció oficialmente el asilo otorgado por Nicaragua al expresidente Ricardo Martinelli y ha concedido un salvoconducto para su traslado a ese país.

El expresidente Ricardo Martinelli anunció este jueves que ha decidido aceptar el salvoconducto otorgado por el Gobierno panameño para recibir asilo político en Nicaragua.

A través de un mensaje en sus redes sociales, Martinelli aseguró que tomó esta decisión junto a su familia y allegados, señalando que esperará “con tranquilidad y atendiendo mi salud la decisión en justicia”.