Semana Santa: devoción, tradición, turismo y sabores en todo el país
Javier Collins Agnew / La Verdad Panamá
La Semana Santa en Panamá, celebrada este año del 13 al 20 de abril de 2025, es mucho más que una conmemoración religiosa: es una fusión de fe, cultura y tradición que une a miles de panameños en todo el país.
Esta celebración de la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo se vive intensamente tanto en las grandes ciudades como en los pueblos del interior, a través de procesiones, liturgias, peregrinaciones y también con nuevos sabores en la mesa.

Tradiciones y Celebraciones
Las festividades inician con el Domingo de Ramos, cuando los fieles acuden a las iglesias con palmas y ramas de olivo.
El Jueves Santo es conocido por el tradicional recorrido a las siete iglesias, mientras que el Viernes Santo concentra la mayor solemnidad con los Vía Crucis vivientes y las procesiones que recrean el sufrimiento de Cristo.
En comunidades del interior, es común la “quema de Judas”, una expresión simbólica del rechazo al pecado. El Sábado de Gloria se vive con recogimiento, hasta culminar en la alegría del Domingo de Resurrección.
Éxodo hacia el interior: el encuentro con las raíces
Uno de los aspectos más característicos de esta época es el éxodo de residentes de la capital, quienes viajan hacia diversos puntos del país para reencontrarse con sus familias y con su tierra natal.
Desde el Miércoles Santo, las principales carreteras del país, como la Interamericana, comienzan a congestionarse con vehículos rumbo al interior.
El motivo va más allá del simple descanso: para muchos, estos días son una oportunidad para la reflexión espiritual en comunidad, para participar en las tradiciones locales y reconectarse con los valores que les han sido transmitidos por generaciones.
Este desplazamiento también fortalece el sentido de identidad regional, ya que muchas personas regresan a sus pueblos para asistir a procesiones que conocen desde su infancia, visitar cementerios, rezar con sus abuelos o participar en vigilias comunitarias.
La Semana Santa, entonces, se convierte también en un puente emocional entre el presente y el pasado familiar.

Procesiones emblemáticas
En el Casco Antiguo de la ciudad de Panamá se realizan siete procesiones destacadas por su solemnidad y dramatismo, como la del Silencio o el Santo Entierro.
En pueblos como Pesé, Penonomé, Natá y Santiago, las procesiones se convierten en verdaderos encuentros multitudinarios donde la fe se representa con vestuarios, música sacra y dramatizaciones.
Gastronomía de Cuaresma: Tradición en la Mesa
Durante estos días de recogimiento, la cocina panameña también adopta un tono especial.
La tradición católica de no consumir carne roja en ciertos días, especialmente el Viernes Santo, ha dado lugar a un repertorio de platos basados en pescados, mariscos, vegetales y dulces típicos.
En la región central del país, como en Coclé y Herrera, es típico el arroz con coco y pescado salado, acompañado de guandú o frijoles cabecita negra.
En las áreas costeras, como en Veraguas y Colón, destaca el sancocho de pescado, un caldo reconfortante que combina yuca, plátano y mariscos, pescado y arroz con coco.
En comunidades indígenas y rurales se preparan platillos sencillos y simbólicos como el bollo preñao (bollo de maíz relleno de pescado seco), y las torrejitas de bacalao.
En el interior del país también es tradicional el tamal de olla con vegetales y el arroz con espinaca y huevo cocido.
Los postres también tienen un lugar destacado. La mazamorra de maíz nuevo, la jalea de mango, el bienmesabe y los buñuelos que son infaltables en muchas casas.
El dulce de marañón o de papaya verde, preparado lentamente en almíbar, es una delicia que reúne a familias enteras alrededor de la cocina.
Turismo Religioso y Cultural
La Autoridad de Turismo de Panamá ha impulsado actividades en lugares históricos como Natá de los Caballeros, Portobelo, y el Casco Antiguo, para promover el turismo religioso.
Estas celebraciones no solo son expresiones de fe, sino también vitrinas vivas de la herencia cultural panameña, donde la gastronomía, la música y las tradiciones populares complementan el fervor espiritual.
Fe, cultura y sabores que trascienden
La Semana Santa en Panamá no es solo una fecha litúrgica, sino una vivencia profunda que se expresa en la calle, en el templo y en el hogar.
Cada región, con sus costumbres y sabores, aporta una pieza al mosaico de identidad nacional que florece durante esta época.
Es una semana para el alma… y también para el paladar.