Sin controles educación particular
Patricia Herrera (nombre cambiado) trabaja como vendedora en una empresa de telefonía celular y su esposo conduce un taxi. Ambos tienen un niño de 9 años que va a cursar el cuarto grado en un colegio privado en Nuevo Arraiján, sin embargo, desde que su pequeño inició el colegio tienen el mismo problema: el incremento de la matrícula y las mensualidades.
Aumento discrecional de la matrícula
El año pasado pagó 190 de matrícula y una mensualidad de 65 dólares, pero este año le incrementaron de un solo “plumillazo” a 225 dólares la matrícula y 70 dólares el mes la cuota.
Y como ocurre en muchos planteles privados envían notas a los padres de familia para que cooperen con alguna actividad en el colegio con el fin de apoyar determinada construcción, ampliación o compra de equipo.
En el listado de útiles escolares les incluyen a los padres de familia que lleven papel sanitario, alcohol, curitas, papel toalla y jabón líquido.
Te cobran piscina que no existe
“En el recibo de matrícula incluyen el cobro de una piscina que no tiene el colegio, pero no tengo otro remedio porque la mensualidad no es tan alta y no quiero que mi hija vaya a una escuela pública. La educación en esos colegios son pésimas y los maestros solo piensan en huelgas”, manifestó Herrera a La Verdad mientras mostraba su disgusto por los incrementos.
Añadió que además debe comprar las camisetas de su hijo a 15 dólares cada una, la de educación física a 10 dólares y las medias en el mismo plantel a 3.50 dólares. Todas tienen bordado el logo del colegio.
Buscan regular el negocio
Por su parte, el diputado perredista, Raúl Pineda, puso sal en la herida al presentar un anteproyecto de ley que regula la actividad en los colegios privados, que busca limitar los incrementos y defender a los acudientes ante la des protección actual.
“Invito a todos los sectores a que se sientan a discutir el documento para buscar un consenso, ya que esta actividad debe ser regulada por ley porque ahora los colegios privados no son un negocio como cualquiera”, sostuvo el político perredista.
Sin embargo, Gastón Faraudo, de los colegios particulares, rechaza el anteproyecto de ley porque considera que atenta contra la libre empresa y dijo que para evitar los incrementos es necesario hacer una auto regulación con las escuelas agremiadas, ya que no todas son miembros de la asociación.
Farauro argumentó que no todos los colegios incrementan sus matrículas y mensualidades, ya que esto depende de los plantes porque cada año se hacen mejoras y se compran equipos entre otras cosas.
La Autoridad de Libre Competencia y del Consumidor (Acodeco) no tiene facultad para intervenir en esta actividad y solo actúa como orientador.
La nueva modalidad de un número importante de colegios particulares es la de solicitar una “donación” a los padres de familia en los casos de primer ingreso. Esta donación oscila entre los 5 mil y 10 dólares, los cuales no representan ninguna contra-prestación ni beneficio adicional a los padres.