Actualidad

Sistemas de salud aumentan  la pobreza y la desigualdad  social

Las desigualdades  en el acceso  a  servicios de salud  de calidad y en los  resultados   de salud,  son un eslabón central de la reproducción de la  pobreza  y la desigualdad, dado  que reducen  las  capacidades  y las  oportunidades  económicas.

La Comisión Económica  para  América  Latina  y el Caribe (CEPAL), opina  que la salud  tiene  efectos sobre  la productividad, al facilitar  el desarrollo  cognitivo,  la  capacidad de  aprendizaje  y el  rendimiento  escolar; así como  la posibilidad  de aprender  y adquirir nuevas habilidades.

Aunque  en la región se  han producido  grandes mejoras en materia de  salud, persisten  desigualdades  entre los países  y dentro de ellos. Según la  CEPAL,  las personas  que viven  en  situación de pobreza  o que residen  en zonas rurales, así como  los indígenas  y afrodescendientes, tienen  más  probabilidades  de encontrarse  en peor estado  de salud y menos  posibilidades  de acceder a  servicios  básicos  de salud, incluidos los servicios  destinados  a prevenir y  detectar las  enfermedades  de manera  oportuna.

Los sistemas  de salud de la  región  se caracterizan por presentar  una  gran  fragmentación  y superposición  de las  prestaciones  y de la cobertura, que se  evidencian  en las grandes  disparidades  existentes  en la calidad de los servicios  a los que  acceden los distintos  grupos  de población.

En su  informe  titulado:  La  Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible  en el nuevo contexto mundial y regional,  la CEPAL  sostiene  que  generalmente  los  servicios  de salud  se organizan  en torno  a los  del sector público  para  las  personas  de bajos ingresos, servicios  del seguro social  para los  trabajadores  formales  y servicios  privados  para quienes puedan  costearlos.

De  esta,  manera  los  sistemas  permanecen segregados  y patentemente desiguales  al ofrecer  servicios  de diferentes  y de distinta calidad  a diferentes  grupos  poblacionales  perpetuando así las inequidades en materia de  salud.

El acceso a los sistemas  de salud  entre  las personas ocupadas  ha aumentado  y las  brechas  socioeconómicas  han disminuido, pero  todavía  dista  de  alcanzar niveles  de acceso  equitativos. Dice la  CEPAL que entre 2002 y 2016, el porcentaje  de la población ocupada afiliada o que cotizaba  a un sistema de salud  aumentó  de manera significativa; en especial en los deciles  más bajos  de la distribución  del ingreso.

La pandemia del  COVID-19  tensiona  y pone  a prueba  los fragmentados  y, por lo general,  débiles  sistemas  de salud de la  región, ya  que  las  presiones ejercidas  sobre  ellos  podrían  sobrepasar  su capacidad de respuesta.  Así mismo las brechas  de acceso  y calidad de los servicios de  salud  pueden  menoscabar  los  esfuerzos  para detener  la propagación del  virus.

Los indicadores básicos de preparación de los  sistemas  de salud  muestran  que,  en América  Latina y el Caribe, las condiciones  no son suficientes  para enfrentar emergencias  como  la  del COVID-19.