Javier Collins Agnew  / La Verdad Panamá
Un Tribunal de Apelaciones anuló una condena de 15 años por homicidio en grado de tentativa, tras descubrir graves irregularidades en el proceso judicial, fallo que representa un fuerte llamado de atención sobre la administración de justicia en Panamá.
El abogado defensor, José Antonio Moncada, desmontó los argumentos del fallo inicial en apenas 12 minutos de alegato, evidenciando errores en la valoración de pruebas y cuestionando la imparcialidad del tribunal de primera instancia.
“Este caso refleja cómo los prejuicios pueden contaminar la administración de justicia, alejándola de su objetivo primordial”, señaló Moncada tras conocer el fallo.
Uno de los puntos más controversiales fue la actuación de la fiscalía durante el juicio.
Según denunció Moncada, la principal testigo sufrió una crisis de presión alta en plena audiencia y fue retirada en ambulancia. Presuntamente se cree que la fiscal dio instrucciones a la testigo sobre cómo responder, lo que puso en duda la integridad del testimonio.
El abogado destacó que la sentencia original contenía declaraciones falsamente atribuidas a su cliente. “Esto evidencia cómo los prejuicios pueden distorsionar el proceso judicial y alejarlo del principio de objetividad”, indicó.
Moncada, en una reflexión más profunda, afirmó que este caso es un ejemplo del conflicto entre la norma jurídica y su aplicación concreta, desde una perspectiva kelseniana.
“La anulación de esta sentencia no solo corrige un error, sino que refuerza el principio de legalidad como pilar del Estado de Derecho”, agregó.
A juicio del jurista el fallo del Tribunal de Apelaciones establece un precedente histórico en el sistema judicial panameño, subrayando la importancia del respeto al debido proceso y la valoración objetiva de las pruebas.
Destacó que este caso podría marcar un antes y un después en la lucha por una justicia transparente y equitativa en Panamá.