Trump explica su decisión de dialogar con el mandatario de Corea del Norte, Kim Jong-un
“Creo que ellos quieren hacer la paz. Creo que es hora”.
Con esa frase justificó el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, su decisión de reunirse en los próximos meses con el mandatario Kim Jong-un, en busca de un acuerdo para poner fin al programa nuclear de Corea del Norte.
Durante un mitin en Pensilvania este sábado, el gobernante estadounidense dijo que creía en la palabra de Pyongyang cuando afirma que “no están lanzando misiles al aire”, mientras las dos partes trabajan en los arreglos para una reunión histórica entre los dos mandatarios.
La iniciativa para una reunión entre Trump y Kim se produjo esta semana, cuando el mandatario norcoreano invitó a su homólogo estadounidense para reunirse en persona.
La noticia la dio a conocer el jefe de la Oficina de Seguridad Nacional de Corea del Sur, Chung Eiu-yong, en una comparecencia frente a la prensa el pasado jueves en la noche en el exterior de la Casa Blanca en Washington.
El funcionario surcoreano, que fue el encargado de transmitir la invitación formulada por Kim, también reveló que Trump había aceptado la propuesta.
“Yo me podría ir rápido o nosotros nos podríamos sentar y hacer el mejor acuerdo del mundo”, dijo Trump en el mitin del sábado a propósito del encuentro con su homólogo norcoreano que se espera ocurra en mayo.
“Creo que Corea del Norte va a ir muy bien, será un tremendo éxito (…) La promesa es que ellos no lanzarán misiles mientras tanto, y van a buscar la desnuclearización. Eso sería maravilloso”, había dicho el mandatario estadounidense a la prensa, poco antes del mitin en Pensilvania.
Luego, ante la multitud, señaló que el tema del programa nuclear de Corea del Norte debió haberse resuelto antes.
“Esto debería haber sido encarado,por cierto, en los últimos 30 años, no ahora. (Los expresidentes Barack) Obama, (George W.) Bush, (Bill) Clinton, tuvieron su oportunidad y no hicieron nada”, señaló.
Un encuentro inesperado
Según la prensa estadounidense, Trump tomó la decisión de aceptar la invitación para reunirse de Kim Jong-un sin consultar con figuras claves de su gobierno, por lo que la noticia tomó por sorpresa a muchas personas.
Al momento del anuncio, el secretario de Estado estadounidense, Rex Tillerson, se encontraba en África, durante su primer viaje oficial a ese continente.
Luego, el viernes, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Sarah Sanders, dijo que Corea del Norte había “prometido desnuclearizarse”. “Esta reunión se se va a realizar hasta que veamos acciones concretas”, agregó.
Sin embargo, lo que han dicho los enviados de Corea del Sur que transmitieron a Trump la invitación a reunirse era que Corea del Norte estaba “comprometida con la desnuclearización” como un objetivo final, pero no dijeron que ese proceso se iniciaría antes de la reunión entre los dos mandatarios.
En lugar de hecho, lo que Pyongyang prometió fue suspender las pruebas nucleares y de misiles mientras duren las negociaciones.
En cualquier caso, si Trump y Kim Jong-un se reúnen será el primer encuentro de dos mandatarios en ejercicio de ambos países.