Vacunas en la mira de improvisado debate
Por: Dinora Villarreal
Su padre y su hija enfermaron gravemente de Covid 19. Ante este escenario, la preparación incipiente en una carrera universitaria científica, por parte de una joven trabajadora de clase media, fue puesta en la balanza junto a un cúmulo de fe, al que se aferró de principio a fin. Se la “rifó” como diría el primer obrero de Panamá y, en medio de la cuarentena y las restricciones, llegó junto a sus dos seres queridos a un centro hospitalario, donde tuvo que esperar y esperar, poniendo a prueba una vez más su paciencia, para los primeros hisopados (esos que se hacían hoy y se repetían 14 días después para luego seguir con el vía crucis de los resultados). Tras la confirmación recurrió a la denominada medicina alternativa, respaldada por unos y censurada por otros. Hoy respira aliviada porque “lo duro” (difícil) pasó. Su progenitor y su hija, que representa el ser al que dio vida, están justo con eso: ¡Vida!.
Ante la pregunta: ¿Te vacunarías? La respuesta y la acción es una: No.
Sin embargo, un colega periodista que enfermó de gravedad, recuerda que la tos le ahogaba y el aire le era insuficiente al extremo que su mirada recorría una y otra vez su entorno, primero en casa y luego compartiendo sala con otros en similares condiciones, en la institución de seguridad social que hoy es objeto y sujeto de un debate por modificaciones a su estructura y fundamento, preguntándose sobre su propia existencia, pues en ese momento, sentía que su vida “se le iba”. Actualmente es consciente de que el peligro es latente, pero da testimonio de una atención oportuna ante un enemigo desconocido, donde extraños (doctores, enfermeras, auxiliares, entre otros) se convirtieron en familia. Da gracias por esa segunda oportunidad de vida. Igual pregunta le hago: ¿Te vacunarías?. Su respuesta es: Sí, ya lo hice y lo rcomiendo.
En ambos casos, la realidad golpea y fuerte. Las secuelas aún las experimentan y seguirán con ellas, según plantean los representantes de la Organización Mundial de la Salud (OMS), quienes apuntan a una mayor distribución de dosis en espera de más respuestas científicas sobre refuerzos https://bit.ly/3imvqQC. Sin embargo, continúa para muchos la disyuntiva entre vacunarse o no.
Va convirtiéndose prácticamente en debate local, regional y hasta mundial. Los países, como Israel, cuyo personal médico aplaudía el hecho de liberarse de las mascarillas porque COVID19 se había ido, hoy reconocen la intención de ampliar las dosis de las inyecciones para salvaguardar a la población.
Pero hay quienes visualizan que en poco tiempo esta dosificación inyectable será parte del cuadro de vacunas regular disponibles para la población y que, anualmente, deben colocarse para contrarrestar males como la influenza.
El debate mencionado, que ya comienza a agitarse en estaciones de radio de la localidad se cifra en que si vacunarse es una opción o una obligación. Si deben acudir por voluntad o empujados por las circunstancias; si tendremos en futuro cercano la exigencia de una “tarjeta” cual carta de presentación para ingresar a sitios públicos o no.
Lamentablemente estamos expuestos a calificativos como “pros y contras vacunas” hasta abiertamente demonizar, descalificar y hasta provocar rechazos. Es discriminación, argumentan unos, mientras que otros lo llaman cautela ante posible infección. En momentos en que la unión de un pueblo debe ser evidente, es creciente el nivel de dudas, cuestionamientos y hasta especulaciones en torno a la vacuna.
Cada día, recibimos los informes generados por las autoridades de salud, en su acostumbrado anuncio, que antes denominaban conferencia de prensa (en principio con la presencia virtual de periodistas y posteriormente obviada) con estadísticas de casos y cuyo ojo visor se centra en cantidad de decesos e internados en cuidados intensivos.
Cabe plantearse, ante la reiterada inquietud, si conocer a fondo sobre la efectividad real de la vacuna y en caso adverso, número exacto, de existir o no, de defunciones, producto de las mismas y qué seguimiento se está dando, sería lo prudente en un ámbito ávido de información sustentada para evitar lo contrario, que es la desinformación.
En este sentido, el colega periodista y docente de la Universidad de Panamá, Abdel Fuentes detalla en Panamá, vacunas Covid-19, encrucijada entre seguridad y riesgo; eventos adversos https://bit.ly/3xs3OO4 una secuencia informativa interesante, sobre la vulnerabilidad de las personas al desconocer mayores datos de efectos adversos, luego de colocarse las vacunas.
No obstante, sumado a la campaña sobre vacunación, la llegada de más dosis y hasta formas curiosas e ingeniosas de persuasión para que la población se inyecte, están quienes les dan “un voto de confianza”, argumentando que hay que coexistir con el virus y amortiguar su impacto.
Y entre una posición u otra, la pregunta de rigor sigue siendo: Usted, ¿Se vacunó o no?. Infórmese y decida. Esa es su opción.
La autora es Periodista
dinvipanama@gmail.com